Limpiar pisos sin usar ácido muriático

Cuando se trata de limpiar pisos, independientemente del material del que estén hechos, continuamente aparece la creencia popular de que con un poco de ácido muriático se logrará obtener un piso impecable. Esto se ha convertido en un truco de limpieza en general, principalmente para casos de difícil solución, tal como pasa con las manchas o el moho.

Es por eso por lo que su uso se recomienda, más allá de los pisos, en la limpieza de paredes, mampostería, sótanos, piscinas; y en los materiales variables como el acero inoxidable, los ladrillos y el concreto. Sin embargo, esta recomendación se toma muy a la ligera y tiene que ser asumida con mayor precaución, pues el uso del ácido es cosa seria y, de hecho, no se debería recomendar el ácido muriático para limpiar pisos.

¿Por qué evitar el ácido muriático para limpiar pisos?

Principalmente, porque el también llamado ácido clorhídrico es muy tóxico y corrosivo. Es decir, pone en peligro tanto a las personas, plantas y animales del entorno, como también puede incidir en el entorno mismo, al dañar el piso. Entre otros motivos destacan:

– Quema los pisos. Puede dejar hoyos o protuberancias en la superficie de un piso, zonas arrugadas o ligeramente abultadas, producto de una quemadura del material.

– Es tóxico. La familia que lo use en su casa o la empresa que lo aplique en sus espacios debe atenerse a que es un producto muy tóxico que puede dañar la salud de quienes se exponen a él. Si se va a aplicar, se debe hacer con el equipo adecuado: guantes, indumentaria específica, botas, gafas, mascarilla, etcétera.

– Puede quemar los pulmones. Aspirarlo por la nariz puede dañar las vías respiratorias en general y provocar problemas en los pulmones en particular, comenzando por una quemadura debido a su elevado nivel de corrosión.

– Puede dejarte ciego. Si está expuesto a la vista de personas o de animales, los ojos pueden sufrir daños que no tienen solución posterior. Entre esas afecciones irreversibles puede aparecer la ceguera en una exposición prolongada al ácido muriático.

– Mancha los pisos. Cuando se queda en la superficie del piso por un tiempo prolongado, el ácido clorhídrico puede crear manchas en él. Además, así como puede afectar la estructura del piso al quemarlo, también puede dejar una mancha por la quemadura.

– Despinta y decolora. Si el piso incluye algún tipo de tintura, el colorante de un piso de concreto o algún tipo de pintura industrial, con un material tan corrosivo puede perder color. En general, esto hace lucir más viejos a los materiales.

– Contamina. Los vapores que el ácido muriático libera son también contaminantes que se adhieren rápidamente al smoog de las ciudades.

– Quema la piel. Finalmente, tanto como la aspiración de los vapores o el daño a la vista al exponerse al ácido, el contacto de la piel con este producto también provocará una quemadura en quien lo toque.

¿Por qué es tan dañino?

Se considera un elemento muy tóxico. Se obtiene de la disolución de cloruro de hidrógeno en agua. Es también conocido con otros nombres, como ácido clorhídrico, aguafuerte o agua de sal.

Es un producto tan abrasivo que la concentración estándar de su uso consiste en nueve partes de agua por una del ácido. No se puede aplicar directamente porque, en general, daña los materiales sobre los que se aplica. Está recomendado para múltiples labores de limpieza en diversos sitios en línea; sin embargo, en casi todos se advierte que es como una última opción, una vez que otros productos más ligeros no han funcionado.

La limpieza de pisos, por otro lado, difícilmente requerirá de tal uso en lo inmediato y, para una limpieza industrial, es más viable contratar los servicios de una empresa especializada en el área. Sin embargo, en ningún caso es recomendable usar ácido muriático en la limpieza de los espacios. Por bien de estos, del medio ambiente y por la salud de quienes conviven ahí.

Cómo cuidar los pisos sin químicos abrasivos

Para saber cómo limpiar un piso sin usar productos corrosivos, pero dejándolos limpios y sin dañarlos, lo ideal es usar simplemente agua con jabón de pH neutro. Para algunos pisos, como los de madera o mármol, existen algunos selladores u otros tipos de productos específicos que ayudan a mantenerlos más protegidos, tanto como que deberían encerarse al menos una vez al mes.

– Los pisos de baldosas, por ejemplo, pueden trapearse, preferentemente con agua caliente. Los de concreto, granito y similares pueden pulirse y abrillantarse cada cierto tiempo; todo sin productos abrasivos.

– También es muy conveniente que, en general, además de no usar nunca ácido muriático, los pisos se barran a diario. De preferencia, con una escoba de cerdas suaves.

– Si se trata de pisos como mármol o madera, es importante seguir sus vetas al momento de tallar una mancha o desperfecto, pues son muy fáciles de rayar.

– Colocar tapetes es de gran ayuda para la recolección de polvo del piso. Los tapetes, que deben estar en determinadas zonas que no afecten la vista del piso o en las puertas, por ejemplo, no solo retienen mugre, sino que previenen rayones.

El proceso de lavado

Luego de una primera lavada de agua con jabón de pH neutro, se debe hacer una segunda con agua pura. Si es posible que sea agua destilada, mejor, sobre todo para pisos recién pulidos. Para cuidar los pisos es muy recomendable secarlos al terminar de limpiarlos. Si se dejan húmedos, incluso el agua natural puede ser muy dañina.

Saber cómo limpiar el piso sin ácido muriático no es un proceso muy difícil ni requiere de grandes instrumentos o productos. Lo que sí necesita es una gran disciplina para limpiar a diario los espacios. Sin embargo, una buena limpieza a profundidad sí que debe ser realizada solo por profesionales que, con el equipo adecuado y con los productos indicados, son indispensables para el tratamiento de los pisos, sea cual sea el material del que estén hechos.

Además del servicio de limpiar los pisos, una empresa especialista puede pulir o encerar según sea el caso.

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